La Vitamina C es esencial para el crecimiento y el funcionamiento adecuado del cuerpo. Dado que no puede ser producida ni almacenada por el organismo, es necesario obtenerla a través de alimentos o suplementos. Sin embargo, cuando se administra en altas dosis por vía intravenosa, sus beneficios se potencian de manera significativa.

Esta terapia ha sido ampliamente estudiada y comprobada por su eficacia. A diferencia del consumo oral, la administración endovenosa permite alcanzar concentraciones en sangre hasta 125 veces mayores, lo que intensifica su poder antioxidante y sus efectos terapéuticos. Entre sus principales beneficios se encuentran la mejora del estado general de la piel, el aumento de energía, la protección contra el envejecimiento celular, y el fortalecimiento de huesos, cartílagos y dientes. Además, contribuye a regular el azúcar en sangre, disminuir el colesterol y la presión arterial, y mejorar la salud vascular.

En el ámbito estético, la Vitamina C Endovenosa estimula la producción de colágeno, favoreciendo una piel más luminosa, uniforme y firme. También refuerza el sistema inmunológico al estimular la producción de leucocitos, claves para la defensa frente a virus, bacterias y otros agentes patógenos. Incluso se ha estudiado su uso como terapia complementaria en pacientes oncológicos, ayudando a mejorar su calidad de vida, fortalecer su sistema inmune y controlar el crecimiento tumoral.
Otra gran ventaja es su seguridad. Al ser una vitamina hidrosoluble, no se acumula en el cuerpo ni genera toxicidad. Es un tratamiento ambulatorio, sin efectos adversos conocidos y con un costo accesible en comparación con otros procedimientos.
Aplicada por médico, previa cita.