La decisión de poner aretes a una bebé dependerá de la cultura y del tipo de crianza. En las culturas latinas resulta familiar que desde pequeñas las niñas usen zarcillos en las orejas y, pese a esa costumbre, también hay padres que deciden esperar antes de hacer las perforaciones para colocar pendientes en sus hijas.

Hay quienes aconsejan que las perforaciones se hagan en el hospital al recién nacer, pues el procedimiento será indoloro para la bebé y con medidas básicas de higiene evitarás posibles infecciones. Hay pediatras que recomiendan esperar a las primeras vacunas y así reducir el riesgo de infección.

No es necesario que un médico haga las perforaciones, bastará con elegir un lugar profesional que guarde todas las medidas necesarias de higiene para realizar el procedimiento y utilizar una crema anestésica para que no le duela tanto.
Respecto a los aretes es aconsejable que sean de oro, los hay de 14, 18 o 21 quilates dada la nobleza de este metal se reducirá el riesgo de infecciones o irritación en la piel sensible del bebé.
Una vez que tu bebé tenga sus aretes, debes limpiar la zona con alcohol todos los días para que no se infecte el lóbulo de la oreja. Además, recuerda girar el arete para que no se pegue a la piel.
Llama o acude al pediatra de inmediato si notas que la zona está muy inflamada, roja, caliente o con pus.
Antes de colocarlos, también piensa en la comodidad de tu bebé y de tí misma.
¿Cómo usas los aretes?
¿Los usas todo el tiempo o te los quitas para dormir?
¿Cuándo te resultan más incómodos?
La figura del arete es otro factor a considerar, porque hay modelos especialmente engorrosos que se enredan en la ropa tejida de la mamá.